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Christian Wood es la figura de unos Houston Rockets que pasaron de 15 derrotas seguidas a 7 victorias consecutivas, en un hecho sin precedentes. Sin embargo, sus inicios en la NBA no fueron nada fáciles, ni en lo deportivo ni en lo personal.

Después de dos temporadas en la Universidad de Nevada Las Vegas, con promedios de 10.4 puntos y 6.8 rebotes, el interno se declaró elegible para el Draft 2015, donde se preveía que fuera a ser elegido al final de la primera ronda.

Pero su ilusión se derrumbó a medida que pasaron las dos rondas de aquella noche y su nombre no apareció en ninguna selección de las franquicias. Pero no solo en lo deportivo fue su caída, sino también en lo personal, dado que su novia, que había volado a Las Vegas para acompañarlo, se subió al avión de vuelta y nunca más volvió a verlo.

A pesar de todo esto, el interno no se rindió y, luego de intentos en la Liga de Verano con Houston, los Sixers le dieron su primera oportunidad. A partir de allí pasó su periplo, que incluyó a los Hornets, los Bucks, los Pelicans y un paso sin siquiera llegar a debutar por China. A la vez, Wood era enviado continuamente a los equipos afiliados de la G-League, sin poder establecerse en ningún equipo.

Pero todo cambió en su llegada a Detroit Pistons. Ahí su juego explotó, con 13.1 puntos y 6.3 rebotes, pero lo mejor estaba por venir. Para la 2020/21, firmó un contrato de tres años y 41 millones de dólares en Houston Rockets, donde promedió 21 puntos y 9.6 rebotes en su primer año, mientras que en este segundo tiene medias de 16.3 unidades y 11.3 recobres, que lo ubican entre los diez máximos reboteros de toda la NBA.

Seis años después de aquella fatídica noche del Draft, qué estará pensando la exnovia de Wood, es un misterio. Lo que si es seguro, que todo eso le sirvió al interno para llegar a donde está hoy.