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El duelo entre Denver Nuggets y Los Angeles Clippers llega al clímax con un game 7 que promete emociones intensas y heridas del pasado. La serie, empatada 3-3, ha sido una batalla milimétrica: diez enfrentamientos entre temporada regular y playoffs, con una diferencia acumulada de apenas 13 puntos a favor de Denver (1.106 a 1.093).

La victoria angelina por 111-105 en el juego 6, con 28 puntos, 8 asistencias y 6 rebotes de James Harden, estiró una rivalidad marcada por el dramatismo: tres partidos decididos por tres puntos o menos, uno de ellos en tiempo suplementario, y una igualdad absoluta desde octubre.

Ambos equipos cargan con el peso de sus propios fantasmas en el séptimo partido. Nikola Jokic, el MVP en tres ocasiones, tiene un récord 3-2 en séptimos partidos, con dos derrotas dolorosas en casa: en 2019 ante Portland y en 2024 frente a Minnesota, pese a haber liderado por 20 puntos.

Del otro lado, los Clippers buscan reescribir su historia de frustraciones. Solo han ganado un juego 7 fuera de casa en toda su historia (Memphis, 2012) y acumulan eliminaciones recordadas, como la del 2020 ante estos mismos Nuggets tras ir arriba 3-1. Harden, quien brilló el jueves, también carga con decepciones: fue parte del equipo de Houston que falló 27 triples seguidos ante Golden State en 2018, y en 2023 anotó apenas 9 puntos en una eliminación ante Boston. 

Kawhi Leonard, bicampeón y MVP de las Finales, también sabe lo que es sufrir en un séptimo. Cayó en la final de 2013 con San Antonio ante Miami, fue víctima del tiro ganador de Chris Paul en 2015, y no logró evitar el colapso ante Denver en la burbuja de 2020. El sábado, en el Ball Arena, los fantasmas se sentarán en primera fila: sólo uno de estos equipos podrá exorcizarlos.