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Stephen Curry, Tyrese Haliburton, Anthony Davis y Coby White: jugadores estelares de la NBA que cualquiera podría incluir en un ranking de los mejores en la actualidad. Sin embargo, ellos —y varios más— forman parte de una lista que reúne a aquellos que tienen muchos partidos con promedios infernales, pero que luego, por diferentes motivos, bajan considerablemente sus números.

El medio HoopsHype analizó el 25% de los mejores partidos jugados por cada deportista y el 25% peor. Así seleccionó a quienes muestran mayor diferencia entre sus promedios más altos y más bajos. Muchos de estos jugadores aparecen en la lista por sus características particulares, como por ejemplo aquellos que lanzan en movimiento, cuyos promedios suelen depender de si están encendidos o apagados. Allí aparece Payton Pritchard, que, por su altura, depende de esos lanzamientos: muestra un 33.6 en sus mejores noches, contra un 5.9 en las peores. También encontramos a Curry, que toma tiros que parecen imposibles. Si los convierte, puede alcanzar un 41.4; pero si los falla, tal vez se queda en un 10.4.

Luego están los jugadores que cambiaron mucho a lo largo de la temporada, con un gran momento y también uno muy flojo. Por ejemplo, Coby White, que fue un jugador completamente distinto tras la salida de Zach LaVine: allí encontró una mejor efectividad y alcanzó un nivel de All-Star. También aparece Tyrese Haliburton, que comenzó con un bajo rendimiento y siendo cuestionado, y hoy es una de las caras de los playoffs, liquidando equipos con buzzer beaters y haciendo lo que quiere. OG Anunoby es otro de este estilo: durante gran parte de la temporada pareció jugar a la sombra de Jalen Brunson. Cuando el base de los Knicks tuvo que ausentarse por lesión, Anunoby tomó la posta y se convirtió en la máxima figura del equipo.

Por último, están los jugadores que vacilan de una noche a otra de manera casi automática, como si fuera parte de su esencia. Anthony Davis puede ser un jugador de nivel MVP en un partido y, al siguiente, no verla ni cuadrada, además de que las lesiones también afectan su rendimiento. Jalen Green es otro que encaja perfectamente con esta descripción: tiene el talento para anotar más de 30 puntos por noche, pero a veces parece desentenderse del juego —como en los partidos contra Golden State en la primera ronda— y desaparece por completo. A eso se suma que el estilo de juego de los Rockets no le sienta del todo bien, ya que no encuentra los espacios necesarios para aprovechar su capacidad atlética.