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Se acerca el momento crece la expectativa y el nerviosismo propio de parte de Manu Ginóbili, por dar su discurso de Hall of Famer, un hecho histórico para el bahiense en particular y para la Argentina en materia deportivo, con un compatriota metiéndose oficialmente en el Olimpo de un deporte como el básquet y nada más nada menos que en la NBA.

Fiel a su estilo, sobrio, sin estridencias, pero con mucha seguridad de lo que quiere comunicar y cómo, Manu llevó adelante su conferencia de prensa en el Cabaret Theatre Mohegan Sun en Uncasville, Connecticut. Entre las muchas frases que dejó el argentino, hubo una referida a lo que significa él esta mención que es individual, pero que para nada pierde la esencia de lo colectivo, que en definitiva para Ginóbili es lo que llevó a estar donde está en este momento.

“No hubo un premio individual que yo no lo haya tomado como de equipo, cero. Desde el sexto hombre a los All Star Games, cada vez que pasó algo de eso es porque el equipo se destacó y esta vez no es la excepción. Yo estoy acá porque los San Antonio Spurs ganó cuatro anillos, la Selección Argentina tres medallas, con la dorada, Virtus Bologna y lo que quieran agregar. Estoy acá por las virtudes de mis equipos y lo tomó de la misma manera. Lo del retiro de camiseta era más San Antonio, esto es carrera en general y no hay forma que lo que pasó con la selección argentina en estos 18 años no sea premiada de algún modo y estoy acá por eso”, explicó ante la consulta de periodista Leandro Fernández de The Sporting News en relación a si había alguna diferencia entre la mención del retiro de camiseta y esta inducción al Hall of fame.

En otras frases, Ginóbili comentó que siente cuando le dicen que será un miembro del Salón de la Fama: “¿Si logro perpetuidad con este premio? Después de esto no viene nada más, no hay reconocimiento más grande que este, es el mayor logro que podría tener. Hace tres años, con la ceremonia del retiro de la camiseta, fue algo muy de San Antonio. Pero esto es del básquetbol en general”.

“Vengo de un ciudad chica en Argentina, apasionada por el fútbol. Mis logros más importantes son los alcanzados de manera colectiva, no tengo MVPs y todos esos reconocimientos individuales, estoy en este lugar por haber sido parte de grandes equipos. Es increíble”, agregó.

Manu llegó a Connecticut y también sus invitados estelares, aquellos que lo acompañarán en la ceremonia, la cual estará precedida por un discurso de su amigo y excompañero, Tim Duncan, cuando le llegue su turno. Sobre sus sensaciones previas al evento, Emanuel David reconoció: “Cuando me dijeron que entraría en el Hall of Fame, no lo disfruté tanto. Había que hacer el discurso, empecé a recibir mensajes, invitaciones. Uno quiere agradecerle a todo el mundo, porque realmente siento un agradecimiento infinito. Entonces eso me genera un cierta presión, pero desde que llegué acá, es decir las últimas 24 horas, empecé a disfrutarlo mucho más”.

Durante su carrera tuvo grandes momentos para el recuerdo y Manu recuerda su punto de quiebre para dar un salto de calidad como jugador ganador: “Creo que en un momento, en el 98, 99, 2000, cuando empezaron a pasar cosas que no esperaba y me salían en el juego, donde empecé a notar que había algo distinto, que había una marcha más. Eso se fue intensificando hasta 2005, 2006, que fue mi pico. Así que hasta ese momento estaba medio trabado con el tema. Sentía que no podía ganar nunca, que jugaba bien pero que no podía hacer que mi equipo ganara. Hasta que me destrabé”.

Su comportamiento en la cancha y dentro de un equipo como compañero. La caballerosidad deportiva también aportó para esta nominación: “Hay un vínculo entre todos los jugadores hispanohablantes de la NBA, a pesar de la confrontación y que sean rivales. Sobre todo con los sudamericanos que han llegado a la NBA uno trataba de acercarse y de charlar un rato. Trash talk no hice en mi vida, nunca fue lo mío. Traté de hablar lo menos posible dentro de la cancha, sólo con hechos y con mis compañeros”.

Para cerrar y con su humor característico, sutil, Manu hizo alusión a su legado dentro de la NBA y claro, el episodio singular y viral no fue otro que lo acontecido una noche del 2009: “El legado más grande que dejé será el del murciélago. Ponés Youtube y te sale lo del murciélago (risas). Hablando en serio, uno se esfuerza mucho para lograr buenos resultados. Es imposible no pensar en los campeonatos ganados. Pero cuando lo ves desde afuera querés agradecerle a los compañeros, al masajista, al que limpiaba la cancha. Porque generan una atmósfera linda y te dan ganas de ir a entrenar. Guardo en un lugar muy importante de mi memoria todos esos momentos”.