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Después de la derrota de Miami Heat ante Denver Nuggets en el primer partido de las Finales de la NBA, el escolta de Miami, Max Strus, abordó de manera diferente su actuación, en la que no logró anotar ni uno de sus diez intentos de tiros.

Strus cambió el Juego 2 acciones concretas. Jugó un papel crucial en la victoria de Miami por 111-108 en el segundo partido contra Denver, anotando 14 puntos con un 40% de acierto en tiros de tres puntos y dos tiros libres. Duncan Robinson, también escolta del Heat, hizo lo mismo al anotar 10 puntos con un 80% de acierto en tiros de campo y un 66% desde la línea de tres puntos. Estas cifras contrastan drásticamente con el rendimiento de Robinson en el primer partido, donde solo anotó tres puntos con un 16% de acierto en tiros de campo y un 20% en tiros de tres puntos.

Robinson manejó sus dificultades en el primer partido de manera similar a como Strus reaccionó ante las suyas. Al igual que Strus, Robinson no se preocupó demasiado por sus fallos en el primer partido. No se dejó afectar por los tiros errados. Robinson mantuvo la confianza en que tendría un mejor rendimiento en el segundo partido y devolvió con creces los minutos otorgados por Erik Spoelstra.

El entrenador Spo expresó la misma confianza. Describió a Strus y Robinson como jugadores que se encontraban "en racha" después de sus pobres actuaciones en el primer partido. Entre los juegos 1 y 2, Spoelstra les instó a que "dispararan sin miedo". "Una vez que vean caer un par de tiros, podrían ser tres, incluso podrían ser seis", dijo el entrenador, que luego se convertiría en una realidad para sus tiradores de élite en el siguiente juego.

Jimmy Butler, por su parte, restó importancia a su propia ineficacia en el tiro (anotando 13 puntos en 6 de 14 tiros). Sin embargo, también se comprometió a atacar más el aro. Este enfoque brindó a Strus y Robinson más espacio para operar en el segundo partido. El Heat inició el juego con una racha de 10-2, con Strus anotando sus dos primeros intentos de triples, mostrando un juego rápido con decisiones precisas y mucho movimiento sin pelota, algo que dificultó la tarea defensiva de Denver..

En el último cuarto, los de Miami rápidamente superaron una desventaja de 83-75 siguiendo el mismo enfoque. Miami tomó la delantera 88-85 con 9:44 por jugar después de que Robinson anotara un par de triples y dos bandejas como parte de una racha de 13-5. Ese momento crucial de Duncan fue el catalizador de una victoria impensada en cancha de Denver, que si bien tuvo a Jimmy Butler o Gabe Vincent como mayores figuras, sin Max Strus ni Duncan Robinson en los momentos claves del juego, quizás Denver ahora tendría dos partidos de ventaja yendo a Miami.