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El camino ha sido largo para ambos equipos pero finalmente están aquí. Hace ocho días comenzó oficialmente la ilusión y para España y Estados Unidos es la oportunidad de coronarse en lo más alto de Turquía 2014. Ambas selecciones, las potencias más grandes del planeta, definen esta tarde el título del Mundial Femenino, con todo lo que una instancia decisiva implica.

España ha llegado hasta acá después de redondear una fase de grupos perfecta, donde consiguió triunfos ante Japón (74-50), Brasil (83-56) y República Checa (67-43) en la considerada zona de la muerte. El equipo de Lucas Mondelo, con una labor colectiva impresionante, ha sido de lo mejor que ha ofrecido este campeonato y en fases eliminatorias se hizo fuerte en Cuartos ante China (71-55) y en semis ante las locales turcas (66-56).

En este último cruce ante Turquía disputado este sábado, las españolas tuvieron que batirse en un durísimo duelo ante las anfitrionas a estadio repleto. Cerca de diez mil almas se hicieron presentes en Estambul, en el recinto donde suele jugar el Fenerbahce y un estadio que suele ser denominado como el infierno turco. Pero España, independientemente de que el público jugó un rol importante, terminó llevándose una victoria fantástica gracias a la descollante tarea de Alba Torrens, autora de 28 puntos y 6 rebotes.

Hubo tres periodos de mucha paridad, donde en el primer tiempo Turquía pudo imponer su juego defensivo y anular principalmente a Sancho Lyttle, la pieza interna de preponderancia en el cuadro español. Con Yilmaz y Sanders (de excelentísimo mundial) encargadas de la ofensiva, las locales pudieron mantenerse a flote, tapar opciones rivales y combatirle de igual a igual a un seleccionado contrincante donde la calidad individual le saca diferencias.

Alba Torrens se encargó de empezar a liquidar la historia en el inicio del último periodo, con una bomba desde los 6.75 metros que envalentonó a España y que comenzó a originar el apresuramiento turco. Se produjo un ida y vuelta de puntos por parte de ambos, pero las dueñas de casa se vieron apretadas y una sucesión de errores llevó a las de Mondelo a tomar una renta de diez unidades (54-44) a falta de tres minutos. Eso fue suficiente para que las locales se terminen por desordenar y perder la línea, haciendo casi imposible la remontada ante unas españolas sólidas.

Para España será la primera final de un Mundial Femenino, habiendo logrado su anterior mejor marca con un tercer puesto logrado en República Checa 2010. En aquel entonces las ibéricas superaron a Bielorrusia por 77-68, en un torneo que vio a brillar a la histórica Amaya Valdemoro, goleadora absoluta de dicha cita.

Por su parte, Estados Unidos llega a su segunda final consecutiva después de haber ganado el oro en el 2010 (final por 89-69 ante las locales checas). Sin embargo no hay que sostener solamente esta estadística porque es sabido que las americanas siempre fueron y serán la potencia a derribar, habiendo ganado ocho de los dieciséis mundiales jugados hasta la actualidad (sin contar el presente y teniendo en cuenta que la ya extinta URSS fue dominadora en seis mundiales hasta 1983).

Estados Unidos tiene una formación de lujo y prácticamente no tiene ninguna debilidad, por lo que el claro candidato de esta tarde no es otro que el seleccionado de Geno Auriemma. Desde los últimos años, tanto en Olímpicos como en mundiales, el conjunto estadounidense ha exhibido una autoridad impresionante, donde solo Australia (otra potencia) llegó a complicarle ciertos pasajes de juego, aunque no lo suficiente como para batir su preponderancia.

El dato más importante en este aspecto es mencionar que desde 1984 solamente ha perdido tres partidos de los 115 jugados, obviamente no solo en cuanto a mundiales sino que también agregando citas olímpicas. En resumen, se hizo totalmente autoritario en las últimas tres décadas, y a pesar de que este equipo del 2014 presenta varias jóvenes a futuro (como Stewart o Griner), hoy no parece ser el día en el cual muestre su lado débil.

En cuartos, Estados Unidos arrasó con Francia por 94-72, mientras que en la semi de ayer le costó superar a las australianas por 82-70. Antes las Opals, sobre el final del primer tiempo Estados Unidos llegó a sacar una ventaja de ocho unidades (40-32) y todo indicaba que era un quiebre importante en el trámite del juego. Pero Australia intensificó su defensa en el complemento y demostró seguir con vida, aunque sin poder revertir el marcador. Las oceánicas recortaron mucho la brecha, pero durante el último episodio el equipo de Auriemma dio un paso más de calidad y terminó por sentenciar la historia en un duelo que tuvo como destacada a Tina Charles, protagonista con 18 puntos y 9 rebotes.

De esta forma, la potencia americana buscará repetir un nuevo título mundial frente a una España que debuta en esta instancia definitiva pero que tiene la suficiente calidad como para pelear de igual a igual y hasta soñar con un triunfo histórico.

Lucas Leiva / [email protected]
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