NBA

La vertiginosa carrera de Adam Morrison: tres temporadas y dos anillos

08:56 21/07/2022 | El alero fue la primera elección de Michael Jordan como general manager de los Bobcats en la NBA. Ganó dos títulos consecutivos con los Lakers. Se retiró con 28 años.

La vertiginosa carrera de Adam Morrison: tres temporadas y dos anillos (Getty)

Como solemos decir, la NBA está hecha de innumerables historias a lo largo de sus 75 años de existencia. Muchos jugadores pasaron por la mejor liga del mundo sin dejar huellas, de hecho hay gente que ni recuerda que tal o cual jugador tuvo un paso. Hay franquicias que nunca pudieron conseguir un anillo de campeón e incluso grandes figuras que nunca alcanzaron la gloria del campeonato.

Pero también hay casos muy opuestos y uno de ellos es el de Adam Morrison. Nació en Montana a mediados de julio de 1984 y desde muy pequeño su vida estuvo ligada al básquet: su padre era entrenador y dirigió distintas universidades y colegios. Pero la pelota anaranjada no sería lo único que marcaría su vida desde pequeño, sino también los problemas de salud: en sus primeros años de adolescencia le diagnosticaron diabetes tipo 1.

Pero eso no impidió que Adam se destaque en su etapa en el instituto. Lideró al instituto Mead, fue un jugador determinante y en su último año, antes de saltar a la universidad, tuvo una explosión importante. Batió todos los récords: no solo fue el máximo goleador en una temporada para el instituto sino que además fue quien más puntos metió en la historia. Guió al equipo a la final estatal, jugó con hipoglucemia y marcó 37 puntos, pero el Mead perdió su primer y único partido de la temporada y no pudo quedarse con el título.

En la NCAA jugó para Gonzaga y su carrera fue en un crecimiento constante en las tres temporadas que disputó. Sus buenos rendimientos se vieron reflejados en sus números y en los reconocimientos individuales que recibió durante sus años en la universidad. En su año despedida recibió el premio Oscar Robertson al jugador del año junto a JJ Redick, además fue finalista del premio Naismith y el John R. Wooden.

Fue el momento de dar el gran salto a la NBA y tuvo un gran “padrino”: Michael Jordan. El mejor jugador del mundo, tres meses antes, compró a los Charlotte Bobcast y se convirtió en su gerente y su primer movimiento fue la elección del draft del 2016; allí tuvieron la tercera selección y escogieron al mismísimo Morrison, detrás de Andrea Bargnani y LaMarcus Aldridge.

En su estreno tuvo un gran arranque. Rápidamente fue uno de los más destacados de un equipo que no contaba con grandes estrellas, pero con el correr de los partidos fue perdiendo protagonismo, principalmente por el gran momento de Walter Herrmann. Igualmente, sus buenas actuaciones le permitieron participar del All Star Game y ser elegido en el segundo mejor quinteto de la temporada.

Pero sufrió una lesión grave: rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla se perdió una temporada entera. Tras estar alejado por más de un año, regresó a las canchas pero a mitad de la 2008/09 fue traspasado a Los Angeles Lakers y su carrera cambió rotunda. No fue principalmente por el tiempo de juego, de hecho fue perdiendo protagonismo de manera considerable y a su vez minutos en cancha, pero tuvo el privilegio de ser contemporáneo de Kobe Bryant y Pau Gasol.

Los Lakers fueron bicampeones de la NBA, de manera consecutiva y Morrison fue uno de los integrantes de ambos planteles, aunque con poca participación. En el año y medio que jugó para la franquicia angelina apenas sumó 40 partidos y en playoffs tuvo solo dos presentaciones, pero fue ganador de dos anillos de campeón.

Luego emigró a Europa, jugó un puñado de partidos en el Estrella Roja de Serbia antes de rescindir y posteriormente tuvo un fugaz paso por el Besiktas de Turquía, del cual se fue por los pocos minutos que tenía. Finalmente se retiró en 2012 con apenas 28 años.

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