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La serie Golden State-Memphis está que estalla, y esta noche jugarán el cuarto partido, con los Warriors arriba 2-1 y una pregunta cuya respuesta es la más esperada desde hace dos días: ¿podrá jugar Ja Morant después de la polémica jugada en la que se lesionó por el toque de Jordan Poole? Trevor Jenkins dio a entender que lo ve muy difícil en la previa del J4, y el equipo lo puso como en duda. 

La otra gran pregunta es, ¿tiene chances Memphis sin Morant para igualar la serie? Es una pregunta difícil, porque en los playoffs existen intangibles que son difíciles de emular en una fase regular como para hacer una comparación, pero estudiamos la carrera de Morant en Memphis y sus ausencias, y los números son asombrosos. 

En su primer año, 2019/20, los Grizzlies tuvieron un récord global de 34-40, perdiendo el play-in que les daba la chance de jugar playoffs. Ese año Morant no estuvo en 7 partidos y su equipo perdió 6. Más allá del récord de equipo, cuando Ja no estuvo, la marca fue mucho peor. En la siguiente, 2020/21, ya jugando de local y visitante, Memphis mejoró su marca de partidos (ganó 39 y perdió 38), pero fue cuasi barrido por Utah en primera ronda (4-1). Morant se perdió 2 partidos más que en la anterior, pero curiosamente, el récord sin él ya no se modificó en relación al récord con él: 5-4. 

Lo más extraño ocurre tomando todos los partidos que van de la 2021/22. Todo esto hay que tomarlo con pinzas, porque a la larga no dejan de ser números, y muchas veces los números no contemplan el contexto, el rival, la presión y demás. Memphis jugó hasta ahora 91 partidos, pegando un salto enorme en porcentaje de victorias en relación al año pasado: 61-30 (67%). 

El dato curioso es que Morant se perdió más partidos que nunca en su carrera, 24, en más de una tanda, pero los Grizzlies tuvieron un estupendo 19-5 sin él (79.2%), 12 puntos porcentuales más que cuando Ja juega. ¿Eso significa que el equipo juega igual esté o no esté Morant? Claramente no, pero lo que sí muestra esta estadística es que Trevor Jenkins, el jovencísimo entrenador del equipo, ha logrado armar un esquema colectivo en el que, a la ausencia de uno, varios hacen algo más para que esa ausencia no se note. 

Dillon Brooks se perdió casi 50 partidos y tampoco lo sufrieron. Clarker casi 20 y tampoco. El punto aquí es que Morant está dominando la serie (38.3 puntos de promedio, 11 más que en la serie regular), y que su juego y liderazgo son claves ante un rival como Golden State ante el que nada puede fallar para tener chances de superar esta serie. La parte quizá lúdica es que, sin una gran cabeza (Morant), probablemente sean varias cabezas menores a las que Golden tenga que enfrentarse. Un desafío, porque a veces es más simple tácticamente frenar a una gran figura que a varios muy buenos jugadores secundarios. Memphis tiene muchos de esos (Brooks, Bane, Jackson, Melton, Jones), y son peligrosísimos. Ya lo demostraron.