NBA

Clarkson rompió un récord desde 2008 y recibió un reto de Hardy para que tome un rebote

11:57 02/01/2024 | Jordan consiguió un triple doble en la victoria ante Dallas, algo que no lograba un jugador de Utah desde Ricky Rubio en 2018, en esa ocasión fue en los playoffs.

Clarkson, rompió desde 2008 y recibió un reto de Hardy para que tome un rebote (Getty)

El inicio de la temporada 2023/24 está lejos de ser el esperado por Utah Jazz. El equipo dirigido por Will Hardy deambula por la parte baja de la tabla de posiciones y hoy por hoy, está fuera de la postemporada. Este lunes por la noche, arrancó el año 2024 con una buena victoria ante Dallas Mavericks, uno de los equipos que pelea en la parte alta y lo hizo con mucha autoridad.

Jordan Clarkson tuvo una actuación estelar. Terminó el partido con 20 puntos, 11 asistencias, 10 rebotes, 4 bloqueos y 1 robo logrando un triple doble histórico para la franquicia. ¿Qué tiene de especial? Desde 2018 que un jugador de la franquicia no lo lograba. En aquella ocasión fue el español Ricky Rubio quien firmó una planilla de 26 tantos, 11 rebotes y 10 pases gol en un partido correspondiente a la primera ronda de los playoffs ante Oklahoma City Thunder, un equipo que contaba con Russell Westbrook, Paul George y Carmelo Anthony.

Pero por la temporada regular, como fue en esta ocasión lo que hizo Clarkson, hay que remontarse a 2008. Carlos Boozer totalizó 22 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias en un partido ante los desaparecidos Seattle Supersonics.

Lo particular de este registro de Clarkson, además de ser la primera vez que lo logra, fue el reto que recibió de su entrenador. Utah ganaba por alrededor de 30 puntos de ventaja y Hardy quería sentar a Jordan para darle descanso y ya guardarlo para los próximos encuentros. Will pide un minuto faltando cuatro para finalizar el encuentro y le dice: “Clarkson, toma un rebote para que pueda sentarte de una vez”.

Tras el encuentro, el propio entrenador se encargó de aclarar la situación: “Le dije que tomara un rebote y pidiera tiempo muerto. Mi trabajo no es acabar con la diversión. Habría sido la persona más odiada en todo el estadio si lo hubiese cambiado, pero a la vez soy entrenador y no puedo evitar pensar el desastre que sería que se torciera un tobillo cuando vas 30 arriba porque quiere hacer un triple doble”.

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