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Atenas de Córdoba está atravesando la peor crisis institucional y deportiva de su historia. La desgracia, en este caso con cara de descenso, lo tiene contra las cuerdas por tercera vez en las últimas cuatro temporadas. Lo viene arrinconando, lo tiene en jaque desde hace tiempo y aunque suene traumático, parece que es algo que tarde o temprano, va a suceder.

En la temporada 2008/09 fue campeón de la mano del gran Rubén Magnano y un plantel que tenía como grandes figuras a Leo Gutiérrez, André Laws, Djibril Kanté, Diego Osealla y un referente de la casa: Bruno Lábaque. Luego, en las dos siguientes ediciones, jugó la final ante Peñarol de Mar del Plata y las perdió, fueron los últimos años de grandes luces para Atenas. Posterior a eso, comenzó una curva descendente importante y constante.

En la 2011/12, tras ser subcampeón, fue un cimbronazo y una caída abrupta: pasó a la parte baja de la tabla de posiciones y terminó 12 sobre 16 participantes. Luego mostró un par de años que hacían ilusionar a sus hinchas y parecía que la reconstrucción del equipo era importante e iba a poder volver a los primeros planos, pero eso no pasó.

Atenas pasó de un tercer puesto en la tabla regular en la 17/18 a ser penúltimo en la temporada siguiente y mantener la categoría a duras penas. Eso se repitió nuevamente dos años después, en la 2020/21, pero volvió a zafar. En la última temporada remontó y logró terminar un poco mejor, pero en la 2022/23, cayó nuevamente.

La crisis en Atenas cada vez se agudiza más. La temporada actual mostró una clara crisis deportiva e institucional, el peor de sus años. No solo porque no supo elegir bien, ni mucho menos, sino que se movió mal en el mercado, con poco crédito en sus entrenadores, empezó con Claudio Arrigoni, un hombre de la casa, luego pasaron Sebastián González, quien había sido campeón en la institución, Elian Villafañe hasta el arribo de Álvaro Castiñeira quien continúa en el cargo.

Pero sus malos movimientos en el mercado, sumado a las bajas por lesión o las renuncias, lo llevaron a tener un plantel acotado, tan acotado que tiene el mínimo de jugadores mayores que debe presentar para poder jugar. Una locura y un despropósito considerando que Atenas es el club más importante de la historia de la Liga Nacional.

Felipe Lábaque es el Presidente del Griego, está afrontando su quinto mandato consecutivo, pero la historia entre ambos es larga: Felo comenzó en 1991 y lleva casi dos décadas siendo el mandamás de la institución de barrio General Bustos con mandatos de manera alternada. Pero la máxima autoridad del club recién en los últimos días se mostró como responsable de esta debacle del Griego, antes le pegó durante a Arrigoni por la conformación del plantel y a algunos jugadores. Por eso comentamos que no solo en el plano deportivo es la crisis.

Atenas es más que un equipo de básquet que es el club más importante de la historia de la Liga Nacional, tiene varios deportes que compiten, incluso básquet amateur. La gran mayoría de las actividades se desarrollan en la sede central ubicada en la calle Alejandro Aguado esquino Galeotti, incluso los bailes de cuarteto durante los fines de semana por la noche. 

Pero desde hace un tiempo a esta parte comenzó a construir su estadio principal para el equipo de básquet principalmente. Una obra que lleva una década y para la cual, según lo mencionó varias veces el propio Lábaque, fue el destino de todas las erogaciones económicas del club, por eso no pudieron el dinero en armar planteles competitivos con el brillo de las grandes estrellas de otros años. La realidad indica que, la fecha prometida de finalización y presentación, se va posponiendo cada vez más y el equipo, como era de esperarse, cada vez se hunde más.

Atenas llega a esta llave por la Permanencia nuevamente en baja. Tras cinco derrotas seguidas desde la asunción de Álvaro Castiñeira, hilvanó tres victorias consecutivas, incluyendo una contra Unión, un rival directo en la lucha por la Permanencia pero cerró con otras cuatro caídas aunque con una buena imagen. Habrá que ver para qué le da ante San Lorenzo, con desventaja de localía pero con un triunfo en el último cruce entre ambos, ya con Álvaro en el banco de suplentes.

El Griego, el club más importante de la historia de la Liga Nacional, está en jaque nuevamente, un cruce clave de cara al futuro en una institución que está inmersa en una gran crisis. Habrá que ver si los jugadores y el cuerpo técnico pueden sacar a flote esta situación y mantener al club de barrio General Bustos en la máxima categoría un año más, una vez más.