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Los Podcast entre jugadores son muy valorables, los protagonistas al ser pares se sueltan mucho más y en el caso de Larry Johnson pasó eso. En el transcurso de la charla con Darius Miles y Quentin Richardson, el ala pivote se fue relajando y cuando llegó el momento de contar su primer encuentro con Michael Jordan se echó a reir de solo recordar el momento.

Larry fue el número uno del draft de 1991 y llegaba a Charlotte, una de las franquicias más nuevas de la NBA en ese momento, pero que venía teniendo un suceso tremendo no solo por la novedad, sino por el marketing que tenían sus colores, el logo de la abeja y la cancha al parecerse a una colmena.

La charla derivó en varios temas centrales de la carrera de Johnson, uno en el gen de la publicidad para Converse, donde se convirtió en Grandma Johnson y otro su primera vez con MJ. En realación a este último tema, afirmó entre risas: “El hizo tonterías, el hizo tonterías”.

Las carcajadas fueron contagiosas y luego vino la simple explicación de porqué Su Majestad los descolocó al instante. “La primera vez que salimos a la cancha, el vino corriendo hacía mí y me preguntó ‘¿Cómo está Dorothy?’”, una pregunta que hasta los propios Miles y Richardson no entendieron.

“Cómo está Dorothy me dijo ¡Y Dorothy es mi mamá! (risas) Ella está bien le dije de manera muy tímida y no pude jugar en todo el partido (risas). Me atrapó con eso Michael, me preguntó por mi madre y seguramente lo hizo habiendo entrado al programa donde estaba la información de todos los jugadores. Con esa jugada me descolocó, creo que solo anoté 8 puntos (Ndr: fueron 14) y él 24 (Ndr: fueron 35), fue una locura y yo estaba ‘Mike preguntó por mi mamá, Mike preguntó por mi mamá’, sin poder creerlo’, rememoró Grandma Johnson con un gran sentido del humor y obviamente feliz de tener esa historia con el mejor jugador de todos los tiempos.

Michael Jordan y una movida mental interesante para sacar a un rival de la manera más dulce y a un por entonces joven Larry Johnson que su ídolo le pregunte por su madre fue tan maravilloso y desconcertante a la vez que no pudo enfocarse en el partido y Charlotte cayó ante Chicago 117 a 95.