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Nicolás Casalánguida y una anécdota sobre la disciplina de Scola

10:37 20/02/2021 | El seleccionado argentino se estaba preparando para Turquía 2010. Todos venían cansados y Hernández dio el día libre. Luis hizo caso omiso.

El seleccionado nacional antes de partir a Turquía (Foto: Prensa CABB)

Las historias de Luis Scola son como las letanías de una religión, nunca se terminan. Las memorias, las emociones, los recuerdos... El imaginario colectivo se entrelaza con la realidad, que a su vez se va transformando en un mito que roza lo inverosímil. Parece verdad, también mentira. 

Quien pudo ser testigo fehaciente de que el cuento del pivote no es fábula fue Nicolás Casalánguida, actual entrenador de Guaquiríes en la Superliga de Venezuela, con pasado como asistente técnico en el seleccionado argentino. El coach recordó una anécdota con el interno del Varese en el programa radial Extrapase

"Puerto Rico. Era mi segundo año con la selección nacional. Era una especie de ayudante del Oveja (Hernández) y de (Luis) Scola. Porque él manotea a un asistente y lo exprime, y está buenísimo que sea así. Pero en ese momento era yo el que lo ayudaba a hacer sus sesiones de entrenamiento", comenzó diciendo Casalánguida, conteniéndose, como podía, la emoción por recordar el rocambolesco relato. 

La fatiga era el denominador común, la ética lo que le permitía a Scola seguir: "Me acuerdo que llevábamos como 40 días sin parar de entrenar... Nos estábamos preparando para el Mundial de Turquía 2010. La historia es que, al otro día, (Sergio) Hernández da libre y, apenas dice esa palabra, me comenta Luis: ´Nico, conseguite el taxi para mañana ir a practicar al Clemente, que es el estadio de San Juan".

Gestión mediante, Nico consiguió la cancha, con el impedimento de que había que madrugar. Eso es algo común en un jugador, no en un plantel que venía con un cansancio importante. No le importó nada a Scola...

Nicolas: - Luis, mirá que tenemos una particularidad, la cancha mañana solo nos la dan de 7:30 a 8:30

Luis: -Pedite el Uber o el Taxi que 7:15 estoy ahí

Sin pretextos ni excusas, solo trabajo y compromiso. Porque el dolor de la disciplina no es tan profundo como el dolor del lamento. Aunque para él, seguro, no es un tormento, sino un grato momento.  

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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