Río 2016

Argentina quiere ser leyenda

03:16 17/08/2016 | Se enfrenta a los Estados Unidos por los cuartos de final, con todo en contra, salvo su inigualable corazón. Va a las 18.45.

Ginóbili y Durant, los máximos referentes (Foto FIBA)

 

 

Estados Unidos (5-0) vs. Argentina (3-2) - 4tos de final
Hora: 18:45. Dónde verlo: TyC Sports, La TV Pública, Fox Sports, ESPN, DirecTV.
Árbitros: Ilija Belosevic (serbia), Guilherme Locatelli (Brasil) y Robert Lottermoser (Alemania).
Estadio: Arena Carioca 1.
Historial en Juegos Olímpicos: Estados Unidos 6-1 (Estados Unidos 59-57 en 1948, 85-76 en 1952, 96-68 en 1996, 101-81 en 2008, 126-97 y 109-83 en 2012; Argentina 89-81 en 2004).

Hace apenas una semana, en una entrevista con SI.com, el entrenador de Estados Unidos, Mike Krzyzewski, recordaba una anécdota de Beijing 2008. "España había vencido a Lituania y nosotros debíamos enfrentar en la otra semifinal a Argentina. Estábamos por entrar al campo, en el túnel, donde el público no te ve, y unos metros atrás estaban los argentinos, bailando abrazados alentándose. Yo iba con Mike D'Antoni, uno de mis asistentes, y al ver eso le dije 'Mike, olvídate del scouting que hicimos, es a esto a lo que debemos vencer".

Hoy, 8 años después, la situación ha variado en cuanto a la veteranía de los principales jugadores de entonces y de ahora (Manu, Luifa, Chaou, Carlitos), pero el espíritu es exactamente el mismo. Argentina es definitivamente inferior a Estados Unidos, pero tiene una llama interior que alimenta la esperanza, aunque la hazaña parezca imposible.

Porque parecía imposible ganarle al Dream Team en el 2002, y Argentina le ganó. Porque parecía imposible ganarles en el 2004, y Argentina le ganó. No queremos alimentar falsas expectativas, pero sí no olvidar que siempre el choque contra los Estados Unidos partió de un casi imposible. Muchas veces el pronóstico se cumplió, pero esas dos mencionadas, no.

Dicho esto, sabemos que esta noche, por el cruce de cuartos de final, no se parece ni a la del 2002 ni a la del 2004. Primero, porque Argentina tiene menos potencial que en ese entonces (epicentro de la GD), y también porque este Estados Unidos no es tampoco el de aquellos años, como tampoco es el de los últimos 8 que barrió con todos los oros disponibles.

Argentina llega tras haber podido recuperarse un poco del desgaste hecho ante Lituania y Brasil, pero con un plantel de menor roce internacional que otros previos, y también con más carencias físicas, que son las que mayores dudas generan. El nivel mostrado por momentos fue muy bueno, por momentos bueno, también regular y, ante España, malo. 

Estados Unidos, por su parte, arrancó masacrando a China y Venezuela y luego entró en una caída pronunciada que lo llevó a vencer en los siguientes 3 partidos en el cierre: 98-88 a Australia, 94-91 a Serbia y 100-97 a Francia. Más allá de la corta diferencia, lo sorprendente fue la cantidad de puntos recibidos. Todos coinciden en criticar la floja defensa de Estados Unidos, algo inexplicable viendo su plantilla.

"Hubiese preferido que vinieran ganando todos los partidos por 40, porque ahora están más atentos", dijo Manu Ginóbili en la previa. Y es cierto. Normalmente, los norteamericanos pasan la primera ronda sin problemas porque nadie quiere desgastarse sin sentido contra ellos cuando no es tan necesario. No ocurrió eso en Río y, quizá exagerando, algunos los consideran vulnerables. 

Argentina, como coinciden todos, tendrá que hacer un partido casi perfecto para tener chances. Y esa perfección consiste en: no permitir que Estados Unidos corra, no darles el tiro de 3 puntos, no perder balones y no permitir rebotes ofensivos. Todas cosas muy difíciles de conseguir ante tanto talento junto. Quizá el punto débil, aunque suene casi ofensivo, lo tenga en el juego interior con Jordan y Cousins, aunque para Argentina, a diferencia de Australia, Serbia y Francia, equiparar ese tamaño parece muy complicado.

Krzyzewski, un estudioso de este deporte, desde que tomó las riendas del equipo entendió que en FIBA el tiro de 3 era un arma letal, y siempre presentó grandes tiradores. Así, perdió 1 solo partido desde que llegó, y fue hace 10 años. Frenar ese punto será clave. ¿Cómo defenderlo? Apostando. Hernández se siente en su salsa en ese tema, y algo ofrecerá. No será el tiro externo, claramente. Confundir, incomodar, molestar, desafiar a que hagan lo que no les gusta. Por ahí pasará la única esperanza argentina. Si no se da, la selección podrá irse de Río con la frente alta, despidiendo como corresponde a dos de los tres mejores jugadores de la historia argentina, que difícilmente vuelvan a ponerse esta camiseta: Ginóbili y Nocioni. Por eso, sea como sea, será un partido para disfrutar y recordar.

 
 
 
Fabián García / [email protected]
Enviado especial a Río de Janeiro, Brasil
En Twitter: @basquetplus

 

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