Liga Nacional

Chuni Merlo, el Allen Iverson de la Liga Nacional

18:52 18/08/2020 | Tanto el argentino como el norteamericano tenían la misma esencia. Rompieron moldes, fueron rebeldes y cambiaron el juego desde adentro.

Merlo y Iverson

La esencia, según el filósofo Hegel, es lo que está atrás de la superficie de la apariencia, lo que se queda tras lo que se ve. Es lo profundo, lo que siempre estará dentro de cada uno de los seres humanos. También, por consecuencia, es lo que lo mueve, es la referencia de sí con respecto a sus otros pares.  

 

Para Raúl Merlo esa esencia era volátil y, en cierto punto, sí se podía vislumbrar, notar y sentir, a diferencia del resto de las personas que difícilmente la muestran. Aros en las orejas, vinchas en la cabeza, muñequeras en los brazos y pelo largo como el indómito que siempre fue. Salvando las distancias, siempre fue similar a Allen Iverson, uno de los jugadores más rebeldes de la historia del básquet.  

 

Ambos rompieron lo conservador del momento, sin hacerle caso a sus maestros. Rock y también roll, guerra, caradurez, soltura e independencia, simbolizando todo lo que nadie se animaba a hacer. Los niños querían ser como ellos, tanto adentro como afuera de las canchas.  

 

Piernas envidiables, tiro mortal y verticalidad fueron las características que siempre portó Merlo. El arte del crossover, juego de pies y dominio del balón las de Iverson. El primero disputó 15 temporadas en la Liga y se despidió del rectángulo con 39 años, tras haber dejado hasta el último aliento en cada imposible lanzamiento. Durante su carrera, el argentino promedió 16.1 puntos, 1.8 rebotes y 1.5 asistencias, a la vez que lanzó a un 42.0% en triples y 62.0% en dobles.  

 

Por su lado, Allen disputó dos temporadas más (17) que el argentino y tuvo unos guarismos de 26.7 puntos, 3.7 rebotes y 6.2 asistencias. Sus porcentajes de tiro fueron de 31.3% en triples y 44.8% en dobles.  

 

¿Otra similitud? Ninguno pudo ganar un campeonato doméstico en su país. Ni Allen Iverson logró un título en la NBA, ni Merlo en la Liga Nacional. Misma esencia, similar destino. Bravíos jugadores, tan indomables como el propio viento de un huracán. Tormentas perfectas, de esas que todavía andan sueltas. 

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
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