Euroliga 2019/20

Shane Larkin, la estrella de la Euroliga que superó todo tipo de obstáculos

20:51 24/04/2020 | Nació con un trastorno obsesivo compulsivo. Logró dominarlo y crecer en la cancha. Hoy es la máxima figura de Anadolu Efes.

Larkin ostenta el récord anotador de la Euroliga (Foto: Euroliga)

Empieza a vestirse para ir al colegio. El ritual previo podía durar minutos, pero también horas. En eso se fija un resumen de ESPN en el que ve cómo Ray Allen había marcado ocho triples ante Lakers la noche anterior Instantáneamente, ese número hizo un clic en su cerebro.  

Sabía que debía lavarse ocho veces las manos antes de salir de su casa. Entra al baño, lo hace y vuelve a la pieza. Pero cuando se está vistiendo se le cae una media y toca la alfombra de su pieza. Vuelve al baño: otra vez se lava ocho veces las manos. 

Shane Larkin es uno de los jugadores más atractivos del momento para ver en una cancha de básquet. Pero su historia no es ningún cuento de hadas y para llegar al apogeo del Viejo Continente debió superar múltiples obstáculos dentro y fuera de la cancha. Para comprender su éxito hay que hablar de su historia y de su pasado. 

Todo se remonta a Cincinnati, Estados Unidos, en donde Shane nació un 2 de octubre de 1992. Creció en una familia plagada de deportistas. Su papá, Barry, es una leyenda del béisbol y sus tíos Byron y Stephen tuvieron grandes rendimientos en distintas disciplinas. El primero jugó en Xavier University y el segundo en la Major League. 

Infancia truncada 

Influenciado por su papá y sus tíos, Shane se enamoró del béisbol cuando era muy pequeño. Su padre jugaba en Cincinnati Reds y muchos de sus compañeros de equipo jugaban con el pequeño de los Larkin en las prácticas y antes de los partidos. Sin embargo, un día su entrenador en las ligas menores le dijo que su juego era horrible. Esto hizo que el norteamericana renunciara al deporte de la pelota blanca y se inclinara al básquet. 

Su impacto con la naranja fue inmediato y desde su primer año de secundaria comenzó a dar muestras de lo que podía hacer. Tenía un talento innato, digno de una familia muy arraigada al deporte. Lo más importante: en la cancha su TOC desaparecía "No podía tocar el botón de un ascensor, pero podía ir a jugar con mis amigos, picar la pelota y estar bien. Jugaba por horas y después iba y me comía una hamburguesa sin lavarme las manos", confesó en Sports Illustrated. 

En su último año jugó en Dr. Phillips High School, en Orlando, Florida. En su etapa como senior explotó y promedió 18.8 puntos, 6.4 rebotes y 6.3 asistencias. Fue dos veces seleccionado para el quinteto ideal del estado y se quedó con el récord histórico de la escuela en robos (320 en total). 

Rumbo a la universidad  

Al terminar su etapa secundaria, Shane fue catalogado como uno de los 30 bases más interesantes por el prestigioso portal Scout y recibió múltiples ofertas de universidades que querían ofrecerle becas deportivas. Finalmente, el de Cincinnati se decidió por DePaul University 

A pesar de haber firmado con DePaul, antes de que empiece la temporada pidió una transferencia para cambiarse a Miami University ¿La razón? Su familia quería que esté cerca de casa para poder controlar su trastorno, que seguía siendo un problema para él fuera de la cancha. 

Se transfirió a Miami University en medio de todo eso. En Florida estaba cerca de su hogar y podía tratar su problema de otra forma Le enseñaron técnicas de meditación y relajación a través de un terapeuta especializado en el tema. 

En su primera temporada en Hurricanes, Shane salió desde la banca y rápidamente se transformó en el más importante de la segunda unidad. Tal fue su rendimiento que al final de enero de 2012 se hizo con el puesto de titular y lideró al equipo en robos, mientras que fue el segundo mejor en asistencias. También fue seleccionado uno de los cinco novatos del equipo ideal de la ACC, con guarismos de 7.4 puntos, 2.5 asistencias y 2.5 rebotes.  

La siguiente campaña no podía ser menos y Shane guio a Miami University hacia el campeonato de la ACC. Fue el jugador más importante de un conjunto que llegó hasta el Sweet 16, la recta final del torneo de la NCAA en el que se enfrentan los 16 mejores de la temporada. Al terminar la 2012/13 fue elegido el jugador del año de la ACC por todos los entrenadores de la conferencia y su futuro ya no era en la NCAA, sino en la NBA.  

A la NBA sin vueltas 

El 27 de junio de 2013 llegó la noche del Draft y Shane era uno de los interesantes proyectos. Atlanta Hawks lo seleccionó en el pick 18 de la primera ronda, pero sus derechos fueron traspasados a Dallas Mavericks esa misma noche. Su comienzo en Texas fue deplorable y en medio de una práctica con el equipo que jugaría la Summer League se lesionó el tobillo que lo forzó a estar tres meses fuera de las canchas.  

A pesar de eso, Dallas confió en él y lo fichó con un contrato rookie. Finalmente, Shane debutó en la NBA un 18 de noviembre de 2013, totalizando 3 puntos, 3 asistencias y 3 robos en la victoria ante Sixers por 97-94. Sin embargo, sus buenos rendimientos no fueron suficientes para entrar en la rotación de un equipo en el que había múltiples variantes por encima de él en el puesto de armador.  

Esto provocó que el 25 de junio de 2014 los Mavericks lo traspasen a New York Knicks junto con Wayne Ellington, José Calderón, Samuel Dalembert y dos picks de segunda ronda. En el conjunto de la Gran Manzana tuvo buenos rendimientos que le permitieron firmar con Brooklyn Nets en 2015. 

Vida en el extranjero 

Todos los caminos llevaban al Viejo Continente y en el 2016 Shane tomó la decisión de ir a Europa en busca de un protagonismo que nunca había encontrado en Estados Unidos. Fichó con Baskonia para jugar la Euroliga y la ACB. Su primera experiencia en España fue correcta, pero a partir de junio empezaron las disputas. El 28 de ese mes, Larkin fue registrado por los vascos por el derecho del primer rechazo. El 9 de julio Shane firmó una hoja de oferta con Barcelona, pero Baskonia igualó la oferta y mantuvo al base en su plantilla. Sin embargo, seis días después llegó una propuesta de Boston Celtics que lo convenció y en cuestión de meses volvió a su país de origen.  

Shane fichó con los celtas para los últimos partidos de la temporada regular y disputó su primer juego el 11 de abril de 2018. A pesar de que muchos equipos estaban interesados en sus servicios luego de esa etapa, Shane había quedado interesado en su viaje a Europa y creía que allí podría ser esa estrella que siempre soñó.  

Turquía, el hogar que siempre deseó 

Así fue que el 26 de julio de 2018 Larkin fichó con el Anadolu Efes de Turquía. Era hora de hacer las maletas de nuevo. Shane se iba otra vez al Viejo Continente. Allí simplemente explotó, logrando récords increíbles y presentaciones inimaginables. En su primer año fue el líder y estrella de un conjunto que llegó hasta las finales de la Euroliga, en donde los suyos cayeron frente al CSKA Moscú. A su vez, guio a los turcos al título en el torneo local por primera vez en los últimos diez años.  

Lo mejor llegó esta temporada, en la que Shane se consagró como el mejor jugador de Europa en cuestión de meses, rompiendo el récord de anotación histórico de la Euroliga tras convertir 48 puntos ante Bayern Munich. Junto con ello, su equipo se mantenía en la punta de ambas competencias antes de que se suspendan los dos torneos a causa del Coronavirus.  

El embajador de lo desconocido 

Partido a partido derrumba barreras y destroza paradigmas y prejuicios de que en el extranjero juegan los que no lo pudieron hacer en la NBA. Llegó queriendo ser una estrella, pero se convirtió en embajador. Deseaba ser protagonista, pero es un ídolo y un héroe nacional. Llámenlo Shane Larkin, y cuando lo vean apláudanlo. Está cambiando las cosas. 

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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