El Lado B de la Generación Dorada: su épica lucha contra la CABB en 2014
10:01 22/04/2025 | Es la historia de los jugadores que cambiaron el básquet argentino y fueron por más. Una previa mundialista, con Scola a la cabeza de un reclamo por los trabajadores.
En julio de 2014, a pocas semanas del inicio del Mundial de España, la Selección Argentina de básquet vivía una de sus crisis más profundas, pero no en lo deportivo. La Confederación Argentina de Básquetbol (CABB), bajo la presidencia de Germán Vaccaro, atravesaba un colapso institucional y financiero con un pasivo superior a los 25 millones de pesos, deudas salariales con trabajadores, falta de pago a proveedores básicos como lavanderías y agencias de viaje, y sin haber asegurado a los jugadores para disputar el torneo internacional. En ese contexto, referentes de la Generación Dorada, con Luis Scola como vocero principal, encabezaron una conferencia de prensa histórica en la Universidad Argentina de la Empresa, la UADE, donde denunciaron la situación y exigieron un cambio estructural urgente en la conducción de la CABB.
Lejos de centrarse en sus propios intereses, los jugadores recalcaron que el reclamo tenía como eje principal la defensa de los trabajadores del básquet argentino y los 200.000 federados del país. “No buscamos el beneficio personal... Luchamos por la lavandería, por la gente que trabaja para el equipo”, declaró Scola con tono firme. La denuncia no solo puso en jaque a la dirigencia de la Confederación, sino que también reveló una enorme madurez institucional de un grupo que no se conformó con haberlo ganado todo dentro de la cancha. Emanuel Ginóbili, Andrés Nocioni, Pablo Prigioni, Carlos Delfino, Walter Herrmann, Leo Gutiérrez y Facundo Campazzo y Julio Lamas acompañaron el reclamo.
La presión pública y el peso simbólico de la Generación Dorada derivaron en un desenlace político inmediato: el Gobierno Nacional, a través de la Secretaría de Deportes, decidió intervenir la CABB. Federico Susbielles, exjugador y dirigente, fue designado interventor y encabezó un proceso de auditoría que culminó con la renuncia de Vaccaro, a quien lo siguieron Daniel Zanni y Ricardo Siri, y la posterior reestructuración administrativa del organismo. La intervención significó un punto de inflexión para el básquet nacional, con la implementación de medidas de transparencia, mayor control financiero y recomposición de los vínculos con los clubes y federaciones.
Sin embargo, los jugadores no se desentendieron tras la resolución del conflicto. Años más tarde, Scola volvería a manifestar su desacuerdo con la elección de Fabián Borro como presidente de la CABB luego del Mundial de China 2019, dando muestras de una coherencia ética que atraviesa generaciones. La gesta de 2014 no fue solo una rebelión ante la desidia dirigencial, sino una defensa profunda del básquet como proyecto colectivo, con raíces sociales, humanas y profesionales. Un legado invisible pero poderoso de la Generación Dorada.
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