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Después del golpe inicial propinado por Indiana en los 2 primeros juegos, los Knicks recordaron por qué llegaron tan lejos en los playoffs: por su capacidad de sobreponerse en momentos críticos. Con una actuación memorable, lograron revertir una desventaja de 20 puntos y vencer 106-100, evitando caer 0-3 en la serie y renovando sus esperanzas en esta final de Conferencia Este.

El protagonista de la remontada fue Karl-Anthony Towns, quien pasó desapercibido en los primeros tres cuartos con solo cuatro puntos, pero explotó en el último con 20 unidades, una marca histórica para un jugador de los Knicks en un último cuarto. Además, aportó 15 rebotes.

Esta remontada marcó la tercera vez en estos playoffs que los Knicks logran levantar una diferencia de al menos 20 puntos, consolidándose como el equipo con más remontadas de este tipo en una misma postemporada. Ya lo habían hecho dos veces contra Boston en la ronda anterior, lo que evidencia su resiliencia en situaciones límite.

Indiana dominó al principio jugando a lo suyo y aporvechando todos los errores de los Knicks, que no encontraban claridad y eso lo aprovechó el equipo local para sacar esa máxima de 20. Fue un goleo bastante reparitdo y una defensa intensa lo que llevó a los Pacers a dominar los 3 primeros cuartos. Turner, Siakam, Haliburton y McConnell se fueron turnando para llevar el control del juego. Sin embargo, Indiana y Tyrese no tomaron las mejores decisiones en el último periodo y, con un KAT fuera de serie y un Brunson clutch a pesar de estar cargado de faltas, New York se las apañó para ganar su primer punto en esta serie y darle vida a la misma.

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