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La novela que armó ayer el Panel Financieron independiente de la Euroliga que inhabilitó al Estrella Roja para fichar nuevos jugadores hasta marzo, suma a cada momento nuevos capítulos, en su gran mayoría a favor de Facundo Campazzo, que se vio metido en este lío sin tener nada que ver, aunque claramente es él el motivo del fallo. 

Ayer, el presidente del club serbio le pidió públicamente que interceda al presidente de la Euroliga, su compatriota Dejan Bodiroga, para que se permita que Campazzo pueda jugar, sin esperar a marzo. Dicen incluso que ofreció más dinero en multa, pero que dejen que el argentino se ponga la camiseta en el torneo continental más importante de Europa. 

Hoy, en el medio Sportal de Belgrado, Bodiroga salió a dar su opinión, y sonó muy razonable: "El 30 de diciembre de 2022, la dirección de la Euroliga envió  una recomendación a las comisiones independientes competentes, la Comisión de Control de Gestión y el Panel de Finanzas, para permitir el registro de Facundo Campazzo en Red Star y permitirle jugar, porque es en interés de la competencia. Al mismo tiempo, apoyamos todas las decisiones que van en la dirección del máximo cumplimiento de todas las normas relacionadas con la estabilidad financiera y el juego limpio, lo que también significa fortalecer la supervisión. Respecto a la decisión final, mi posición es bastante clara y no hace falta aclararla más". 

El punto es que Bodiroga, pese a ser presidente, no tiene poder de amnistía en la decisión del Panel de Finanzas. El que sí lo tiene es Marshall Glickman, el CEO de la Euroliga, que estuvo todo el tiempo al tanto de los pagos que el Estrella Roja hizo para saldar sus deudas y ponerse al día con sus números.