Basquetplus.com

La última imagen de Facu con la Selección Argentina había sido levantando la AmeriCup, semanas previas a sellar su acuerdo con Dallas Mavericks para seguir en la NBA. Luego de su llegada al país norteamericano, estaba claro que el seleccionado iba a tener una tarea complicada para clasificar al Mundial 2023 sin su emblema, que no podría participar en Ventanas FIBA futuras. 

El destino, y quizás un poco de suerte para Pablo Prigioni con respecto a su corte en Dallas, creaba un atisbo de esperanza en que la máxima estrella que tiene el seleccionado pudiera participar de los últimos partidos clasificatorios. Argentina venía sufriendo de a montones, luego de una derrota que complicaba mucho el panorama ante República Dominicana y un triunfo con lo justo sobre una débil Bahamas. 

Argentina tenía a favor que los encuentros finales iban a ser contra un conjunto canadiense sin sus representantes NBA, pero la vuelta con Dominicana, que sería a todo o nada finalmente, exclamaba a gritos por la presencia del número 7, que aprovechó su situación incómoda con la Euroliga y la sanción hasta marzo para regresar y vestirse de héroe. Campazzo anoche, en un Polideportivo que estallaba en aplausos y gritos a cada jugada del mago, brilló como debía y le otorgo un magnífico triunfo a la Selección. Si bien la final contra Brasil había sido una muestra de clase total para el ex Nuggets, ayer se sintió más líder que nunca con un triunfal y muy necesitado retorno para empujar al equipo un poco más cerca del Mundial.

Facundo se adueñó del partido, en un sentido casi literal viendo su gigantesca influencia en cada posesión dentro de la cancha. Terminó con una performance excelsa de 13 puntos y 10 asistencias, que destaca su injerencia en el juego del equipo. Además, cuando las cosas no salían, su infinita cantidad de recursos para encontrar el pase imposible destrababan muchas ofensivas que no parecían llegar a concluir en algo positivo; skip-pases a la esquina contraria, pase a la caída del grande rodeado entre dos jugadores, conexiones aéreas donde sólo Delía podía llegar a la pelota... Campazzo mostró, una vez más, no sólo su histórico peso como el General de la cancha, controlando el tempo de juego, sino su inmensa clase y sana costumbre de sacar a la Argentina de un aprieto. 

Canadá lo había sufrido ya en el 2015, cuando todavía no era el estandarte máximo pero sí el referente total del perímetro argentino. Para Facu no es ninguna sorpresa, lo ha estado haciendo durante toda su carrera, como ante Brasil en los Juegos Olímpicos de 2016. Hoy en día, siendo ya un veterano y la figura del plantel, estos gestos toman otra dimensión, porque vienen cargados de una responsabilidad todavía más grande, de la que Facu nunca se achica y siempre cumple. Ahora, el domingo ante Dominicana, tendrá el último desafío antes de volver a la cita mundialista con la albiceleste.