NBA

Gary Payton y el flagelo de presionar a los hijos

09:52 07/08/2022 | El Guante no estuvo exento a lo que pasa mucho en el mundo del básquet juvenil, los padres que exigen por demás a sus hijos y terminan alejándolo del deporte.

Gary Payton en la celebración con su hijo campeón con los Warriros (foto: Getty)

Sea en la NBA, en Argentina o en cualquier parte del mundo, la presión de los padres para con los hijos mientras hacen un deporte excede las frontera, la nacionalidad o la disciplina que ese menor esté practicando. A menudo se ve a los mayores al borde de la cancha dando indicaciones, hasta quizás más que los entrenadores con el afán de pensar que se lo está ayudando al niño o joven, cuando en realidad están haciendo todo lo contrario.

Gary Payton tomó nota de eso y le llevó un tiempo no estar encima de su hijo Gary Payton II, quien en el último lustro se ganó un lugar importante en los Warriors, fue campeón de la NBA y ahora se fue a ganar algunos millones más a Portland, junto a Damian Lillard.

“Yo era igual que Tim (Hardaway). Presioné demasiado a mi hijo”, expresó el Guante en una charla con Hoopshype. “Es una de esas cosas que hará alejar a tu hijo del baloncesto, es más a él en un momento dejó de gustarle cuando era joven”, agregó.

La carrera de Gary Payton II fue bien difícil hasta este presente, dado que no podía conseguir oportunidad en la NBA y estuvo coqueteando entre la G-League y pasar al anonimato por completo. Es más cuando estuvo a prueba en los Warriors y si no quedaba, tenía pensado pedir un puesto como analista de video, puesto que había visto que tenían un lugar vacante.

Sin embargo pudo reponerse y salir adelante, cambiando todo el panorama de una temporada a otra, llenando de orgullo a su padre, aunque este ya había aprendido la lección de no entrometerse en asuntos del juego, salvo que se lo pidan. “Me di cuenta que presionarlo no era lo correcto. Así que me he alejado de él en esa cuestión y solo estaré si me llama. Si me lo pide, diré lo que tenga que decirle y luego lo dejaré en paz, no pienso entrar en eso nunca más”, admitió el exarmador de los Sonics.

Comprender el momento, reflexionar a tiempo, fue otra gran decisión de Gary Payton para entender que él ya no jugaba más, que no podía tirarle un alley oop al pivote que compartía cancha con su hijo y que era momento de apoyar como figura del baloncesto. Cuando descubrió eso, cambió su relación y permitió liberar un poco a su progenitor, quien ya tenía demasiado con llevar el mismo nombre que su padre y que por consiguiente si se dedicaba al básquet iba a tener la maldíta comparación a flor de piel.

La toxicidad en el deporte, un flagelo del que nadie está exento, pero se puede trabajar, Gary lo hizo y ahora disfrutó como pocos el campeonato de su hijo con los Warriros y seguramente para él no habrá cosas mejores que celebrar un mismo camino con su hijo.

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