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Iverson ha convivido siempre con la polémica, pero con todos sus logros deportivos no le quedaron muchos arrepentimientos, según lo que el mismo cuenta: “No tengo demasiados remordimientos en mi vida, dentro y fuera de la cancha. Siento que un error es solo un error a menos que lo cometas dos veces. Aprendes de un montón de cosas que suceden en tu vida” 
 

Luego intentó explicar tal error: "Simplemente sentí que, si tuviera un ligero arrepentimiento por cualquier cosa que tenga que ver con mi carrera, no habría estado jugando tira y afloja con [Brown] al principio de mi carrera. No sabía nada mejor. Estaba tratando de madurar como jugador y como hombre. Él quería todo lo que yo quería para mí y para nuestro equipo, y no tomé las críticas constructivas de la forma en que se suponía que debía hacerlo, y definitivamente esa es una lección que deben aprender todos los jóvenes que tienen un gran entrenador como él".  
 

Philadelphia e Iverson fueron muy exitosos durante ese tiempo, Allen fue MVP mientras jugaba para Brown y también llegaron a las Finales de la NBA. Sin embargo, a juzgar por lo que dijo Iverson, parece que podrían haber ganado mucho más si se hubieran llevado bien entre él y Larry Brown-
 

Allen ya había hablado sobre su diferencia con Brown, muy encarnadas con su respeto y vigencia en el mundo del hip-hop: "Simplemente no entendía. Soy un tipo de hip-hop. Somos de dos partes diferentes del mundo. Estaba tratando de hacer que me convirtiera en quien soy ahora. Eso es lo que estaba haciendo. Esa es mi madre. Ese es mi hombre, y lo amo hasta la muerte". Una estrella con ideales marcados, pero con una obstinación quizá grave para/con su entrenador.