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Shawn Kemp dejó Seattle impulsado por la ambición de romper la barrera de un contrato de 100 millones de dólares, algo que era impensado para el momento en el que jugaba. Siendo un ícono de los SuperSonics durante casi una década, la partida de Kemp marcó el principio de un marcado declive en su carrera.

Reflexionando sobre su partida de Seattle durante el podcast Knuckleheads con Darius Miles y Quentin Richardson, Kemp habló abiertamente sobre las motivaciones financieras detrás de su decisión, que finalmente lo llevaron a ser olvidado en las otras franquicias donde estuvo.

"No se trataba de ganar 100 millones. Se trataba de romper una barrera porque pensaba que deberíamos estar ganando más dinero", comenzó diciendo. "En mi corazón, de alguna manera sabía que tendría que irme porque no iban a pagarme 100 millones. Me quedaban seis años de contrato incluso”, continuó.

La postemporada de 1997 marcó el final de la era de Kemp con los SuperSonics. En septiembre de ese año, Seattle se despidió de Kemp al intercambiarlo con los Cavaliers en un acuerdo de tres vías que también involucró a Milwaukee. Como parte de este intercambio, los SuperSonics recibieron al alero de los Bucks, Vin Baker. Según la perspectiva de Kemp, los 100 millones no eran solo para su beneficio personal, sino para romper una barrera monetaria en la NBA.

Su ambición se hizo realidad cuando Cleveland le ofreció un asombroso contrato de siete años y 107 millones durante esa misma temporada baja. Aunque no recibió la totalidad de esa cantidad, la decisión de Kemp de romper ese ‘récord’ condenó de alguna manera su trayectoria en la NBA, que no tomó el mismo vuelo cuando salió de Seattle, franquicia donde es uno de los más históricos.