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Sergio Hernández se convirtió en las últimas horas en el nuevo entrenador del Zaragoza y tendrá una excelente oportunidad para demostrar cómo se puede desempeñar en terreno español. Su experiencia como entrenador del seleccionado argentino es indudable y su conocimiento acerca del básquet internacional es inmensa. 

En el marco de todas esas situaciones, al nuevo técnico del conjunto en el que juega Nicolás Brussino le tocó vivir una que podría destacarse. Lamentablemente el protagonista principal de la historia ya no está entre nosotros, pero su legado se mantiene y se mantendrá vivo para siempre. No solo por lo que hizo como jugador, sino por la forma en que destacó como persona. 

Sin más preámbulos, el hombre en cuestión es Kobe Bryant y la anécdota la contó Hernández en una nota para Cadena 3. “Nos enfrentamos en el 2007 contra Estados Unidos en el Preolímpico de Beijing. Conversé con él y le dije que tenía dos hijos de 13 años, que lo admiraban", empezó diciendo el coach.

La cosa pareció diluirse como una pastilla en un vaso de agua, pero nada de eso: "No conversamos más. Un año después nos cruzamos en un partido y cuando me ve me dice 'Coach, después del partido le quiero mandar algo a sus hijos, ¿puede ser?'".

"Después del partido se sacó las zapatillas, las firmó para mis hijos y me las regaló. Lo hizo conmigo y lo hacía con todo el mundo, Kobe era así", contó el entrenador mientras su sonrisa comenzaba a agrandarse. 

¿Y su mensaje final? Una opinión desde la experiencia, con fundamentos y una idea clara: "Me tocó enfrentar a grandes del básquet, pero lo que generaba Kobe no lo vi nunca". 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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