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El Mundial de Japón de 2006 fue la primera prueba de fuego importante para la Selección Argentina luego de conseguir la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Hubo varios jugadores de la Generación Dorada que se retiraron tras conseguir la gran hazaña en la cita ecuménica de Grecia pero un núcleo de varios integrantes continuaron en el representativo nacional.

En el Mundial 2006, Argentina llegó invicto a semifinales luego de un trabajo perfecto, venciendo a Francia, Líbano, Venezuela, Nigeria y Serbia y Montenegro, en la primera fase; mientras que luego derrotó a Nueva Zelanda en octavos de final y a Turquía en cuartos, ambos con mucha autoridad. En semifinales se chocó con el durísimo España, un clásico entre los seleccionados hispanos de las últimas décadas.

En ese encuentro, Argentina tuvo el último para quedarse con la victoria y acceder a la final pero Nocioni falló su lanzamiento de tres puntos.

Años después, Andrés fue invitado a participar en el podcast Hola! Qué tal, Cómo estás?, conducido por su excompañero Nicolás Laprovittola y el periodista Germán Beder. Allí el Chapu fue consultado sobre aquél tiro que hubiera significado la victoria del seleccionado albiceleste, dirigido en ese momento por Sergio Hernández. Y fiel a su estilo, aprovechó la charla distendida para responder con humor sobre esta situación. Incluso tirando dardos venenosos para sus compañeros.

“Te voy a decir una cosa par que vos entiendas mi circunstancia”, comenzó Chapu. Enseguida agregó: “Cuando pasó lo de Serbia en Atenas, yo fui un mero espectador. Lo vi desde atrás”. Luego, continuó: “En Japón, dije: '¿en qué esquina me pongo para ver el espectáculo de Emanuel Ginóbili?'. Me puse del lado derecho de la cancha. No tengo la culpa que en ese momento, me tire la responsabilidad que él tenía que tomar, me la pase a mí y yo tire un 'piedrazo'. Tomé el tiro con naturalidad”.

Pero antes de terminar la historia, aprovechó para tirarle un palo a Ginóbili: “Manu, en ese momento, dejate de joder: tirala vos y vamos todos después a festejar, o a llorar”.

Antes de culminar con la anécdota, rememoró otra situación similar, aunque con un final feliz para Argentina como fue el encuentro ante Brasil en los Juegos Olímpicos de Río 2016. En esa ocasión, Chapu sí metió su triple, con mucho suspenso y el seleccionado dirigido por Sergio Hernández ganó en el clásico sudamericano y lo eliminó del certamen.

Pero Chapu, ahí también pretendió ser espectador en vez de protagonista y así lo recordó: “Otro jugador que teóricamente está acostumbrado a definir partidos como Campazzo, me la pasa a mí. Yo quería ser un espectador otra vez. Se puede decir que tuve un factor de suerte”.