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Las Finales de la NBA entre Indiana Pacers y Oklahoma City Thunder están ofrciendo una de las series más emocionantes y reñidas de los últimos años, culminando en un decisivo séptimo partido. El Thunder, que llegó como el gran favorito tras una temporada regular dominante con 68 victorias y un camino casi perfecto en los playoffs, se se encontrócon una sorprendente resistencia por parte de Indiana. Los Pacers, que comenzaron mal la temporada 2024-25, lograron remontar y eliminar a equipos poderosos como los Bucks, Cavaliers y Knicks, convirtiéndose en el equipo revelación.

Durante la serie, ambos equipos tuvieron figuras destacadas. En los Pacers, Haliburton, Mathurin, Siakam, McConnell y Toppin brillaron en distintos momentos. En Oklahoma City, Gilgeous-Alexander fue la estrella más consistente, acompañado por grandes actuaciones de Jalen Williams y un sólido Alex Caruso. Sin embargo, más allá de las actuaciones individuales, el aspecto más decisivo fue el control de las pérdidas de balón, un factor que ha inclinado la balanza en varios encuentros.

Las estadísticas reflejan cómo el dominio en ese rubro ha marcado el destino de cada juego. En las victorias del Thunder, forzaron numerosas pérdidas que les permitieron anotar con facilidad en transición, mientras que en los triunfos de Indiana, como en el Juego 6, fueron ellos quienes mantuvieron el control y minimizaron los errores, obligando a Oklahoma a jugar en media cancha, donde su ofensiva se muestra menos efectiva.

De cara al séptimo y último partido, los Pacers deberán repetir la fórmula del control de balón si quieren dar la sorpresa en terreno hostil. El Thunder saldrá con energía y con la responsabilidad de no decepcionar a su gente, pero si Indiana logra soportar la presión inicial y limitar las pérdidas, podría mantener a Oklahoma en un ritmo incómodo y sacar provecho de su juego colectivo.