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Los Angeles Lakers, la afición e incluso la NBA están intentando evitar hablar de lo inevitable: el retiro de LeBron James. A sus 40 años, el futuro de James tiene en vilo tanto al mundo del deporte como a los millones de seguidores que lo han acompañado en toda su carrera. La incertidumbre aumentó cuando el propio James compartió en redes sociales un video en el que deja en el aire la pregunta de si se retira o continúa jugando, aumentando así las especulaciones en torno a lo que pueda anunciar en el futuro.

Este manejo de la información es una táctica frecuente en el marketing deportivo. James, consciente de que cualquier paso que dé tiene una enorme repercusión, deja así lugar tanto para el debate como para que el interés en el tema se mantenga vivo. La etiqueta usada en el video revela que podría tratarse de una simple estrategia para dar que hablar, pero también deja abierta la duda de que pueda dar a conocer, en cualquier momento, el final de una carrera extraordinaria.

Deportivamente, tiene todo el sentido que James pueda permanecer en la liga, pero también podría dejar atrás el deporte cuando aún está en un muy buen nivel. La temporada pasada, con más de 24 puntos, 8 asistencias y casi 8 rebotes de media, demostró que sigue estando entre los mejores jugadores de la NBA. Esto deja una encrucijada tanto para el jugador como para el equipo, que podrían tener que preparar el futuro sin James pero con Luka Doncic como piedra angular de la plantilla.

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