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Los Nuggets lograron una valiosa victoria en tiempo extra por 113-104 frente a Oklahoma City, recuperándose de la derrota en el segundo juego y tomando ventaja de 2-1 en la serie. A pesar del triunfo, Nikola Jokic sorprendió con su autocrítica, afirmando tras el encuentro: "Básicamente, fui el peor jugador de la cancha esta noche". Sus números fueron estos: 20 puntos, 16 rebotes, seis asistencias, dos robos y dos tapones, pero con 8 de 25 en tiros de campo, 0 de 10 en triples y ocho pérdidas de balón.

Aun así, Jokic fue clave en otras facetas del juego. Su capacidad para controlar los rebotes y generar oportunidades para sus compañeros compensó en parte su mala puntería. Su sola presencia en el poste atrajo defensores y permitió a Denver crear tiros abiertos. Además, su aporte defensivo fue esencial para contener a Oklahoma City durante el tiempo suplementario, donde los Nuggets mostraron solidez colectiva para cerrar el partido.

En los tres partidos de la serie, Jokic acumula promedios de 26,3 puntos, 15,3 rebotes, seis asistencias y cifras destacadas en robos y tapones. Sin embargo, su eficiencia ha bajado respecto a postemporadas anteriores, con apenas 41,4 % en tiros de campo y 20 % en triples. A pesar de estas dificultades, sigue siendo la pieza más influyente del equipo, lo que resalta la importancia de su rol en el esquema de Denver.

Con la serie en su favor, los Nuggets se preparan para el cuarto partido en casa, con la oportunidad de tomar una ventaja de 3-1 y encaminarse hacia la final de conferencia. El compromiso de Jokic, reflejado tanto en su juego como en su autocrítica, marca el tono de un equipo que aspira a repetir la gloria de su título en 2023 y consolidarse nuevamente como contendiente al campeonato.